AAEF destaca el valor añadido del asociacionismo empresarial en la gestión forestal sostenible

La Asociación de Empresas Forestales y Paisajísticas de Andalucía (AAEF) participó el pasado martes en la mesa temática titulada “Quién y con quién actuar”, dentro del I Congreso Ibérico Sobre Zonas Estratégicas de Gestión Firepoctep, organizado por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía del 24 al 26 de octubre en el Campus Universitario El Carmen, de Huelva. En la mesa, que analizó la importancia de la participación social, el papel de la ganadería extensiva o la agronomía, entre otros, la secretaria técnica de AAEF, Teresa Magdaleno, puso de relieve la importante labor de las empresas forestales en la prevención de los incendios, no sólo a través de los trabajos de conservación y mantenimiento de las masas forestales, sino por su función social y económica de generación de empleo y riqueza en las zonas rurales.

Así, tras analizar la importancia del asociacionismo empresarial para el fortalecimiento del tejido productivo, destacó que esta función cobraba más relevancia si cabe en el sector forestal, especialmente cuando la superficie forestal española representa más del 55% de la superficie del país y, además, no deja de crecer al igual que en Andalucía, con más de la mitad de su territorio con superficie forestal. Para la secretaria técnica de AAEF, este hecho, dejando a un lado su repercusión ecológica, debería ser suficiente para que su peso en las políticas económicas fuera determinante. Sin embargo, no es así. El Sector Forestal, con carácter general, se presenta como un sector de rentabilidad económica y financiera baja, lo que provoca un abandono progresivo del mundo rural, con despoblación y envejecimiento. Y es la falta de gestión y el éxodo rural los que hacen que los montes almacenen grandes cantidades de combustibles que, al cambio climático, provocan los “megaincendios”, hasta el punto de que superen las capacidades de los cuerpos de extinción.

Por ello, definió la gestión forestal sostenible como el mejor antídoto para la prevención de incendios. Y, en esta tarea, las empresas forestales tienen un papel protagonista en la generación de empleo y riqueza en las zonas rurales. Destacó, a partir de ahí, la importancia de este sector y la necesidad de estar unido y cohesionado, para reivindicar el papel destacado de este tejido productivo. Más, si cabe, ante la magnitud de la crisis sanitaria y económica que ha supuesto la pandemia del COVID 19 y que debe servir, también, para replantearnos unos nuevos pilares de nuestra economía.

Teresa Magdaleno reivindicó que, para hablar del  sector empresarial forestal, se hablase de competitividad, rentabilidad, digitalización… como se hace en otros sectores. Asimismo, defendió la necesidad de potenciar la profesionalización del sector forestal para hacerlo más atractivo a la población joven.

En este sentido, reclamó inversiones sólidas, estables y constantes en el sector forestal; una mayor agilización administrativa y menor burocratización de los procedimientos y denunció la fuerte competencia de las empresas públicas, a quienes se les encarga de manera directa un volumen excesivo de trabajos que podrían ser desarrollados por la iniciativa privada.

Sin embargo, la secretaria técnica de AAEF no quiso acabar poniendo el acento en las debilidades y amenazas del sector sino que puso el acento en la necesidad de trabajar desde la acción colectiva. “Tenemos que apostar por nuestras fortalezas y contribuir al diseño de un nuevo modelo económico que consolide el sector forestal como eje estratégico del desarrollo sostenible de nuestra tierra. Y esto, lo tenemos que hacer juntos: administraciones públicas, agentes sociales, universidad, colegios profesionales, empresas, trabajadores y sociedad. Porque, juntos, es como mejor se alcanzan los objetivos”, concluyó.